Andrés encuentra pistas que le llevan a sospechar que su hijo Manel está relacionado, de una manera u otra, con la muerte de Ferran. El chico no se siente cómodo viviendo solo en el piso de su padre y quiere compartir el de Diana, que no lo ve claro. Andrés, gracias a la intervención de Eva, decide dar el paso y preguntar a su hijo dónde estaba el día que murió Ferran Vilella.