Miaka no puede creerse el cambio de Yui, y sólo cuando Taisukun le muestra con su espejo lo que le sucedió a su amiga cuando entró en el libro en su lugar comprende por qué la ha traicionado. Yui se convierte en la sacerdotisa de Seiryuu y así empieza la guerra entre ambos reinos, aunque Hotohori está mucho más preocupado por la suerte que puede haber corrido Miaka en su viaje, y se pone muy contento cuando vuelven a Konan.