Fujimaru y su séquito han perdido a Ushiwakamaru y Leonidas I. Al recibir el informe del grupo que regresó al zigurat, Gilgamesh decide que es necesario conquistar a las tres diosas en cierto orden para luchar contra Gorgona, y ordena a Fujimaru que primero convierta a Ishtar en una aliado. Con un "plan secreto" dado por Gilgamesh en la mano, Fujimaru y compañía se dirigen al templo de Ishtar.