Habiendo asesinado al duque Sforza por orden de Pazzi, Jacopo conspira para contratar al condecontense Montesecco para apoderarse de Firenze y erradicar a los Medici. Lorenzo todavía espera la paz a través del papa Sixto IV, pero cuando envía a su hermana, le impiden hablar con el hombre Medici en la curia, a quien Montesecco chantajea para abusar de ella y poner la trampa.