Ivol, viendo la potente magia de Mirmo, decide convertirlo en su subordinado, pero Rima, sin querer, siempre se interpone en su camino. Debido a esto, Ivol la reta a un combate, en el que Rima pierde, cuando le echa una magia a Ivol y ella la reflecta con un espejo, convirtiendo así a Rima en una flor.