Axel se da cuenta de que su sueño de exportar Carmen Curlers a todo el mundo está a punto de hacerse realidad cuando el gigante estadounidense de la cosmética Clarice Cosmetics anuncia su llegada y se muestra abierto a la cooperación. Ahora nada puede salir mal. Birthe, por su parte, anima a todos en la fábrica a dar una buena impresión, pero un grupo de mujeres descontentas amenazan con declararse en huelga.