La familia Alcántara se dispone a pasar la Navidad en un ambiente de temor y expectación. Aún no se conocen las sentencias del Juicio de Burgos y el cónsul alemán, Eugenio Beihl, sigue secuestrado. En vista de la situación, Antonio y Mercedes creen que lo mejor que puede hacer Toni es marcharse a Sagrillas, pero éste prefiere seguir escondido en la parroquia y así continuar en la brecha.