Diego y Santiago tienen una reunión con la comunidad de vecinos a la que pertenece la taberna. Todos están en contra de ellos. Diego sobrepasado por las protestas, cede el turno a Santiago, pero por su mal tono es relevado como presidente de la comunidad por Doña Gregoria, que promete hacerles la vida imposible. Santiago sufre un desvanecimiento y acepta ir a yoga con Carmen y Candela.