La llegada de nuevos vecinos pone en pie de guerra a Diego. Curro insta a su padre a enfrentarse, pero éstos no hacen caso. Diego está preocupado por haber quedado mal delante de Curro. Como los ruidos no cesan durante repetidas noches, Fiti propone acobardarles con “la mirada del tigre”, una táctica de disciplina oriental. Para ello irán Diego, Santiago y Fiti a clases de artes marciales.