Ambientada en la Gales del siglo XIV, cuenta la historia de Wilkin Brattle, un caballero del rey Eduardo I que, torturado por los horrores de la batalla, abandona las armas para vivir una vida mucho más tranquila como agricultor bajo una nueva identidad. Sus esfuerzos por huir de la violencia son inútiles y finalmente se verá obligado a aceptar el trabajo más sanguinario del mundo: el de verdugo.