Alan es tan bueno que Gumball se muere por hacerle perder los estribos. A pesar de que pone a toda la escuela en su contra, destruye su relación con Carmen y hasta vende a sus padres, Alan sigue comprensivo y feliz. Derrotados, Gumball y Darwin deciden adoptar la actitud positiva de Alan para ver si pueden parecerse más a él.