La madre de Ten llega para ver como se encuentra su hijo, y resulta que ella es una bombero, por lo que Ataru aprovecha para utilizar una campana para llamar en caso de que suceda para encontrar un fuego que necesita de extinción, es decir, uno por Ten. Ten trata desesperadamente de freír Ataru sin dejarle tocar la campana, pero la madre sigue apareciendo con una tormenta de agua.