Mr. Bean lleva a una urraca herida a su apartamento y pronto se da cuenta de que le gusta coleccionar cosas encantadoras y brillantes tomadas de las casas de los vecinos. Cuando la señora Wicket y el policía ven esto, Bean es arrestado por error por un gran robo. Cuando el policía regresa de su automóvil después de una multa de estacionamiento, cree que Bean se ha escapado, pero en realidad se esconde detrás de la puerta abierta y le muestra la urraca. Concluyendo que la urraca es responsable del robo, Bean finalmente es liberado. Sin embargo, cuando Bean regresa a su apartamento, encuentra que la corona de la reina es robada por la urraca, sorprendiéndolo.