Justine Pearce es una joven prodigio del tenis que con 17 años llega a semifinales de Roland Garros gracias a su esfuerzo y al exigente trabajo de su entrenador Glenn Lapthorn. Pero su prometedora carrera se ve truncada por una lesión así como la estrecha relación de confianza entre ambos. Cinco años después, la joven, que ahora trabaja como terapeuta, decide denunciar a su antiguo entrenador por abusos sexuales..