Antes de convertirse en el mejor jugador de todos los tiempos, Michael Jordan jugó en la ACB. Ocurrió en 1990, en el partido de las estrellas de la competición española. Da igual el tiempo que pase, los que allí estuvieron no olvidan el día que jugaron con el más grande. Tras su etapa como entrenador del Barcelona decidió recluirse, olvidarse del fútbol y disfrutar de la vida. Ya han pasado dos años de aquella salida traumática y ahora todo se ve con más calma. Por eso; habla Setién.