A Peppa le encanta saltar sobre los charcos de barro llevando puestas sus queridas botas de oro, aunque Suzy piense que son solo unas botas amarillas normales y corrientes. Lamentablemente, a la Señora Pato también le gustan las botas de Peppa y se escapa con ellas puestas. Con la ayuda de sus amigos, Peppa tendrá que viajar por tierra, mar e incluso a través del espacio para recuperar sus botas de oro antes del gran concurso de salto de charcos.