Christiane se va de Berlín para pasar las vacaciones de verano en la granja de sus abuelos, donde reina un ambiente inocente e idílico. Pero le duele que Benno no le escriba. En Berlín Stella y Babsi abandonan a sus desastrosas familias y hacen un turbio trato con un cliente. Mientras tanto, Benno y Michi tienen que prostituirse para conseguir H.