Marcos sigue prisionero de su agorafobia. Un nuevo encuentro con Rubén lo lleva a sufrir un ataque de pánico. Rubén se siente culpable. Camila comienza a sospechar que el problema de Marcos es su madre. Eduardo se niega a aceptarlo para no tener que dar la razón a la mujer que ha desestabilizado su vida sin buscarlo. Héctor se propone integrar a Ángela en la vida de Rubén con la ayuda de Marian.