Como consecuencia de un cataclismo que ningún sismógrafo ha podido registrar, se abre una brecha entre la frontera de España y Francia y la Península Ibérica va flotando a la deriva en el Océano Atlántico. Ahora es una verdadera balsa de piedra. El impacto en la escena geopolítica es inmenso cuando los poderes Norteamericanos ven la posibilidad de adquirir la nueva extensión de tierra con sus pobladores que se ha desprendido de Europa. Solo el Peñón de Gibraltar permanece en su lugar. Los españoles y portugueses sacados abruptamente de su rutina diaria, abandonan sus casas para escapar de los amenazadores peligros de la costa y van incesantemente vagabundeando por los caminos del interior. Y todavía se desorientan mas cuando la balsa empieza a girar sobre su eje de tal modo que el sol amanece por lo que era el Oeste. (FILMAFFINITY)