La maldición del Conde Drácula sigue viva en aguas infestadas de tiburones, cobrando la vida de una comunidad turística. La caza en el mar de la nueva especie da como resultado monstruos, locura y derramamiento de sangre. Este gran tiburón blanco está volviendo a aterrorizar a la mordedura, y cuenta con la ayuda de nuevos vampiros que intentan verlo sobrevivir.