Un grupo terrorista, llamado La Luna Roja, toma por asalto la presa computerizada más grande del Japón, donde se controlan otras nueve presas menores. Los terroristas hacen prisioneros a todos los trabajadores y piden 5 billones de yenes, a las autoridades, por no desencadenar un torrente letal para los pueblos del valle.La policía federal toma el control de las negociaciones en contra de la policía local, preocupada por el peligro que corren los habitantes cercanos a los embalses. En la presa, sólo Togashi no ha sido capturada.