En 1909 el exjuez Cristóbal Zamarripa es dueño del Valle Nacional, una plantación de tabaco donde explota a los trabajadores, con apoyo del tirano Porfirio Díaz, quien le envía presos políticos como esclavos. Los demás son enganchados con la promesa de altos salarios, pero acaban debiendo todo en la tienda de raya. Todos son torturados, violados o asesinados cuando protestan. Otro hacendado cuyo hermano fue muerto por Zamarripa y que se enamora de una hija de él va a ser castigado pero huye y se vuelve revolucionario.