En el año 1949 los habitantes de la localidad de San Pedro de los Saguaros decapitan de un machetazo a su alcalde cuando trataba de huir del pueblo con el dinero de las arcas municipales. El licenciado López, secretario del gobernador, decide nombrar a Juan Vargas, encargado de un basurero y antiguo militante del P.R.I., como nuevo alcalde hasta las próximas elecciones en las que él es firme aspirante a la gubernatura del estado. Vargas afronta su misión con las mejores intenciones, hasta que poco a poco va descubriendo los beneficios del poder y la corrupción.