Stanley White (Rourke) es un veterano del Vietnam que, tras quince años en la policía, es destinado a Manhattan Sur, un distrito de Nueva York. Su cometido es acabar con las bandas juveniles que dominan la zona. Sus investigaciones lo conducen a la peligrosa mafia china, dirigida por Joey Tai (John Lone), y cuyos métodos para controlar el tráfico de drogas son extraordinariamente violentos. Acabar con el crimen organizado se convierte para White en una obsesión, pero su traumático pasado y su situación presente lo arrastran más allá de las órdenes recibidas.